No solamente el esoterismo gráfico está en la cábala o en los diferentes alfabetos hebreos, sino también y de igual forma en los escritos griegos. En la Grecia clásica era costumbre dividir los textos en 12 cantos para los poemas y en 5 actos para las tragedias.

Se le atribuye a Homero la composición de la Iliada y la Odisea compuestos en versos llamados hexámetros dactílicos. Su fonética es la repetición de una sílaba larga y dos breves.
En estos escritos de la época helenística la clasificación se divide en 24 cantos y cada canto se enumera con una letra del alfabeto griego antiguo y cada canto tiene un título.

La primera edición escrita de la Iliada corresponde al siglo -II-, editada por filósofos de Alejandría en Egipto, principalmente por Aristarco. Anterior a esto existían papiros de la Iliada del siglo III a. c. y anteriormente era difundida oralmente.

En la época helenística (siglo II), es cuando se clasifica la Iliada y la Odisea en cantos de 24 letras o números griegos de forma muy semejante a la clasificacion de Jeremias y sus Lamentaciones. En las traducciones la numeración original se pierde y se clasifican con nùmeros romanos que es la ordenación actual y además también se pierde el título del canto.

La búsqueda esotérica en los textos de los escritos antiguos puede ser interminable y con resultados muy curiosos:
Por ejemplo en la Iliada de Homero la primera palabra del Poema cumple la función del título del Primer Canto (La Cólera) y en la Odisea la primera palabra cumple la función del título de toda la Obra: Aristía de Ulises.

Con una diferencia de diez siglos Públio Virgilio Marón escribe y clasifica La Eneida en 12 libros (como los doce cantos de los poemas griegos) y los numera con cifras romanas.
Se considera a Virgilio continuador de la Iliada y la Odisea de Homero en donde los -VI- primeros libros se asemejan a una odisea, pero de Eneas y los -VI- últimos son luchas épicas por la región del Lacio.

En el Nuevo Testamento, los CUATRO Evangelios, excepto el de de San Mateo que está en Arameo, están escritos originalmente en Griego.
Esto implica referirnos al ÚLTIMO libro llamado Apocalipsis o Revelacion en griego, escrito en la isla de Patmos en el año 96 d.C. por S. Juan de Patmos (otros historiadores lo atribuyen a s. Juan Evangelista) y que está lleno de apuntes esotéricos.